domingo, 7 de octubre de 2007

"NIETZSCHE Y EL NIHILISMO"

Por Giselle Mayo.

El nihilismo es la muerte de Dios y con ello de todo sentido trascendente Sin embargo para Nietzsche “el nihilismo, visto positivamente, es un estado alquímico en el cual, desde las cenizas de los valores destruidos, emerge la posibilidad de nuestra mayor libertad de espíritu: recrearnos sin la pesada herencia de la religión, la moral y de los disciplinamientos adquiridos.”Superar el duelo al que alude Nietzsche no significa para mí, necesariamente dejar de lado los valores que mas nos satisfacen o confieren de valor nuestra existencia. Pero sí significa comprender que los mismos los tomamos por una elección conciente y no porque así lo impone la tradición en la que vivimos. La modernidad se diferencia del pasado principalmente en la posibilidad de elegir. Antes uno nacía en el seno de una comunidad y todas sus acciones, e incluso maneras de pensar y razonar le eran impuestos. La modernidad innova en que el individuo puede elegir. Sin embargo, esta libertad no es total, todavía priman en la elección parámetros que la rigen.Pero la postmodernidad, por fin nos brinda la posibilidad de liberarnos totalmente de todo parámetro y recrearnos sin limitaciones. Es el momento de superar aquellos valores que no nos hacen felices y aferrarnos aquellos que si lo hacen, pero siempre concientes de que ha sido hecha una elección. El nihilismo no significa vivir sin valores, sin creencia alguna, porque eso es lo que nos hace humanos. El nihilismo es poder elegir y ser concientes de ello.

Giselle Mayo.

"POPULISMO"

Por Giselle Mayo.

“El populismo, es una relación, una forma de articular contenidos variables”. “(…) garantiza la política, evitando que ésta se convierta en mera administración."Hay populismo siempre que existe un llamado a los de abajo frente al poder". “El populismo actúa según la lógica de la equivalencia: es decir, cuando hay un conjunto de demandas específicas que se oponen a algo que las niega. Así se crea entre ellas una pertenencia mutua, y eso constituye, en forma incipiente, un cierto pueblo". Se crea una comunidad de oposición respecto de algo llamado 'el sistema'.”Concuerdo con Laclau en que “esa articulación nunca es espontánea. Se requiere siempre, no sólo una superposición de reivindicaciones democráticas a nivel horizontal, sino también una articulación vertical entre esas demandas.” El problema surgiría a mi entender cuando esa articulación vertical, desvirtúa las demandas de abajo, en provecho propio para permanecer en el poder, por medio de un Estado asistencialita que perpetua, en vez de solucionar, las demandas que originaron el populismo. También el problema surge cuando el populismo pasa a depender en exceso de su articulación vertical, del líder que articula las demandas heterogéneas, y no logra institucionalizar los cambios que promueve para permanecer en el tiempo. En Venezuela, Bolivia, y Ecuador, vemos que hay una intención de institucionalizar los cambios, a través del llamado a Asambleas Constituyentes. Pero en estos casos también podemos notar los resentimientos irreconciliables, que dividen las naciones. Por eso llamaría la atención sobre otro peligro del populismo, y es que al movilizar las masas, se las moviliza junto con todo su rencor, y así se acrecientan los actos de violencia de estas masas, y empiezan a proliferar grupos armados paraestatales y huelgas de carácter intimidante. Finalmente, todo esto siempre termina en golpes de Estado o en la asunción de gobiernos conservadores que retroceden en todo lo alcanzado. Creo que muchas veces el populismo podría obtener mejores resultados y permanecer más en el tiempo si en vez de ir “contra el sistema” lo utilizara mejor en su provecho, y si moderara su radicalidad y urgencia por realizar todos los cambios ya mismo, por una velocidad que permitiera un consenso mayor de todas las partes. Si bien es cierto que las masas no pueden esperar, por otro lado, si los cambios que se realizan en su beneficio no tendrán ninguna durabilidad, no tiene tampoco ningún sentido.

Giselle Mayo

"EN DEFENSA DE LA RAZÓN POPULISTA"

Por Giselle Mayo

Laclau dice que “La política es una dimensión de la convivencia social que es irrevocable.” La idea de antagonismo y de cambio son los elementos centrales que la definen. “El que hace política no es el que juega dentro de las reglas de un sistema, sino más bien el que patea el tablero: la ruptura de las reglas es lo que define el juego”. Estamos viviendo una época de crisis y desconfianza hacia las instituciones políticas. Se ha perdido el “significante flotante”, una figura o creencia tras la cual se aglutinan las demandas particulares. Sin embargo “la apatía política de las sociedades actuales es el resultado del llamado pensamiento único. Hemos llegado a situaciones en las cuales la gente piensa que las opciones políticas que les representan no ofrecen realmente alternativa.” El problema es que alguien siempre tiene que administrar la sociedad, y el “fin de de al política” es algo sumamente peligroso. Porque si esta no se da por al vía de la total administración eficaz, que evita el disenso, entonces se dará por la vía de la imposición autoritaria, por la vía del Leviatán. Concuerdo con Laclau en los riesgos del “fin de la política”. Pero también considero arriesgada la política según la definición de Laclau. Según Laclau uno de los elementos centrales es “patear el tablero.”No ceñirse a las reglas y constantemente promover el cambio brusco y porque no revolucionario, porque patear el tablero no puede significar más que eso, puede producir también el fin de la política. Si no hay reglas claras de juego, ya que estas se modifican constantemente, entonces habrá una incertidumbre constante respecto a como se moverán los actores y esto puede generar dos graves consecuencias. O bien la sociedad se vuelve apática, porque no entiende como jugar, o porque cada vez que empieza a jugar las reglas cambian y pierde todo lo ganado hasta entonces porque le patean el tablero con todas sus fichas incluidas en el, o bien como segunda opción se radicaliza y se vuelve violenta. Y otra vez se terminaría o en un Leviatán imponiendo el control, reprimiendo a la sociedad o se termina en el absoluto descontrol. Que sería una cuarta posibilidad que yo agregaría a las que da Laclau: Una es la política, la segunda es la del Leviatán, la tercera la sociedad totalmente administrada, y la cuarta es la del total descontrol, que sería cuando ni siquiera el Leviatán puede imponerse. Por otra parte hay que aclarar que si bien es necesario el antagonismo para que haya política, esto es, la necesidad de múltiples alternativas, este antagonismo, tiene que ser siempre canalizado por la vía institucional, y tiene que ser de mero disenso y no conflicto. Es decir, no se puede vivir en constante cuestionamiento del “significante flotante” que une a la sociedad, porque el resultado será su disolución. El disenso puede estar en la forma específica de articular las demandas, pero no en el elemento “místico” o de “fe” como dice Laclau, que une estas demandas en un sentimiento de comunidad a pesar de sus diferencias.

Giselle Mayo

Chile y el modelo de los TLC

http://www.flacso.cl/flacso/main.php?page=noticia&code=1271

Chile y CAN se benefician mutuamente

http://www.elcomercio.com.pe/EdicionImpresa/Html/2006-06-29/impPolitica0531635.html

Chile vuelve a la CAN

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/business/newsid_4775000/4775289.stm

¿Qué tiene Chile que no tiene el resto de la región?

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/business/barometro_economico/newsid_3748000/3748534.stm

Chile Vs Latinoamérica

http://www.voltairenet.org/article126811.html

Programa de Gobierno de Bachelet

http://www.gobiernodechile.cl/programa_bachelet/pgm_gob.asp